Camina encorvado con su mochila a
cuesta. Parece Atlante cargando sobre sus hombros los pilares que mantenían la
Tierra. En el instituto sus compañeros le hacen burlas. Se siente cansado y
solo, sobrevive a duras penas. Al salir de clase siguen ahí esos gamberros que
le persiguen a menudo. Hoy logran al
fin tirarle su mochila. Todo queda esparcido en la calzada. Una lata con
recuerdos, fotos y un libro dedicado; lo que conserva de aquella que fuera su
madre. Acaban de pisotear su vida y en su rabia contenida, por los años abatidos,
se lanza con furia sobre ellos y golpea con la fuerza del dolor de todo este
tiempo maldito. Ahora dicen es conflictivo y malo para la sociedad. Hace años
lo juzgaron y condenaron, hoy solo tiene que cumplir su condena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario