Te dejo que camines sin mí.
Me pliego ante tus ruegos
y aparto mis pensamientos,
esos que te hieren cuando
me expongo ante los demás.
Hoy quieres escribir
saltando las barreras,
olvidando el miedo
y hablando con la vida.
Cuando lo hagas
no desveles mi secreto,
de nada sirve
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