Ningún árbol estaba fuera de su alcance.
Era capaz de derribar hasta el más fuerte pero aquel junco delgado y largo se
le resistía. Lo golpeaba pero solo
conseguía que se doblara. Por más que lo intentó solo consiguió que se astillara.
Rendido se marchó a por otros árboles que doblegar
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La fortaleza no está en la dureza de carácter. Me ha encantado!
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ResponderEliminarGracias desde el corazón mi querido Escritor.
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