Se tocaba el nudo de la corbata
constantemente. Movía el cuello como si el botón de la camisa le aprisionara.
Cuando llega a casa se despoja del traje
pero no de los tic que ha ido adquiriendo con los años por llevar el
traje que no le correspondía.
Cuando las obsesiones nos dominan.
ResponderEliminarMuchísimas gracias Dolors!! Besos
EliminarSi, las obsesiones nos pueden y cuando nos equivocamos de caminos, nos conformamos sin luchar y dejamos que nos dominen.
ResponderEliminar