miércoles, 8 de marzo de 2017

NO TE PERDONO




Las floristas rodean las puertas vendiendo a aquellos que siguen recordando. Hoy hay más gente que de costumbre. Llega el coche y los hombres se agrupan alrededor para ayudar. Pesas, pero ni lo notan. El dolor les pesa más. Son tus amigos y hermanos, todos quieren llevarte. Hay lágrimas contenidas en ellos. Yo te espero en la puerta, quiero ir a tu lado hasta el final, como te prometí. Solo falta que alargues la mano y me cojas la mía como hacías cuando paseábamos, ¿te acuerdas?  Sé que estás a mi lado, siento tu brazo en mis hombros, sosteniendo mi pena. Llegamos ante esa hilera cubierta de losas. Un hueco abierto, el tuyo. Retraso el paso. Aún no quiero que te vayas. Se aglomeran a tu alrededor y a mí me falta el aire, me faltas tú. Te introducen dentro y no puedo dejar de llorar. Todo es silencio. Algunos lloran, otros se giran y se alejan. Yo sigo allí, frente a ti, despidiéndome y pidiéndote que me lleves contigo, que no me dejes sola. Me lo habías prometido. Me engañaste. Ya no pasearemos juntos, no cruzaremos nuestras miradas, ni podré besar tus labios. Ya no habrá enfados ni reconciliaciones, ni palabras susurradas a medianoche. Mi cama estará fría, nadie me buscará bajo las sabanas. ¿Por qué lo hiciste? Creía que me querías, que eras feliz. Me engañé y no lo vi. Te vas sin ser tu momento y me abandonas, lo siento. No, no te perdono.







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