En aquel lugar solo había paredes
derruidas, muebles calcinados, ratas y un paisaje desolado. Se situó en medio
de ese estercolero de vida. Su vida. Intentó ver más allá de esa basura
acumulada, recordar en qué momento comenzó a destruirse y a dejar que todo se
volviera despojos de un futuro inexistente.
No vale la pena mirar el pasado. En todo caso, recoger la basura, quemarla, limpiar y empezar de nuevo. No desistas.
ResponderEliminarLa vida te va enseñando que la basura hay que llevarla al punto limpio correspondiente y empezar de nuevo, pero para eso primero tenemos que hacer el recorrido por ella para darnos cuento que no vale la pena.
ResponderEliminar¡Muchísimas gracias Dolors!. Besos