sábado, 25 de febrero de 2017

NO QUEDA NADA




Alcé el vuelo.
Pisé las nubes
y desde allí
contemplé los caminos.
Busqué mi ruta
el viento la borró.
No queda nada
de mis huellas cansadas,
de mi risa asustada,
de mis sueños rotos.
Ni los árboles recuerdan
los secretos que susurraban a sus ramas







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