lunes, 30 de mayo de 2016

LOS SAPOS




De pequeña escribía cuentos ideados por la mente de una niña que cree en los príncipes y princesas. Cuando fue adolescente  pasó a esos amores platónicos de compañeros, que nunca fueron más allá de ilusión de miradas. Se hizo mayor, siguió escribiendo a pesar  de los inconvenientes, pero se acabaron los príncipes, los amores ilusionados y  con ello llegaron los sapos a usurpar el puesto de aquellos sueños de adolescente.








2 comentarios:

  1. Si, al final los principes de nuestros cuentos de niña se vuelven sapos. De adulto dejamos de creer en nuestros principes azules. Gracias Jorge.

    ResponderEliminar