Hace tiempo que no escribe. Se ha
cansado de inventar historias. Sentado en su coche cada mañana ve la gente
pasar, pero ya no crea recuerdos ni enlaza su vida con la de ellos. Todos
tienen tantas anécdotas que contar y él apenas ha vivido. Es como un recluso al
que liberan después de llevar cuarenta años preso. Hasta él tiene algo que
contar.
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