jueves, 30 de junio de 2016

NUNCA FUI SUFICIENTE




Habían sido amantes. El la vio en aquella sala llena de amigos. Ella se acercó a saludarle, al verla le dio la espalda. Aguantó la noche con su mejor sonrisa. Al llegar a  casa dejó que el dolor bañara sus mejillas, venció a su orgullo. Un mensaje en su móvil le hizo comprender que nunca sería suficiente. Una disculpa poco sincera “Lo siento, no sé que me pasó”. No tardó en responder. “Lo siento, no hablo con desconocidos”








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